Con el motivo de las fiestas patrias mexicanas, he decidido crear este post dedicado principalmente a un público extranjero. Para todos aquellos que no son de mi país, les advierto: México es todo…menos un lugar apto para los de corazón débil. Si vienen a visitar, les esperan espectros, fantasmas, vampiros, y toda suerte de seres y circunstancias sobrenaturales a cada vuelta de la esquina. ¡Ay, nanita!
1. El Puente del Clérigo, La Lagunilla, CDMX
Fuente de la foto: Mitos y Leyendas
En el lejano año de 1649, el sacerdote Juan de Nava cuidada de su joven sobrina, Margarita Jáuregui. Este hombre era muy protector, así que cuando un noble portugués, Duarte de Zarraza, empezó a coquetear con ella, Juan de Nava supo que era un peligro, sobre todo debido a los dos matrimonios y las múltiples deudas de Zarraza. En un aireado encuentro con el sacerdote, Zarraza lo mató de un puñal en la frente y aventó su cadáver al río. Después de esconderse en Veracruz durante meses, un día que tenía planeado ver a su enamorada debía pasar por el puente sobre el río. A la mañana siguiente se encontró su cadáver con cara de terror junto a un esqueleto que lo estaba estrangulando. Tenía un puñal clavado en el cráneo.
2. El Vampiro del Panteón de Belén, Guadalajara
Fuente de la foto: Él Ciudadano Jalisco
Don Jorge llegó de España en el siglo XVIII a habitar una hacienda en Guadalajara. Rápidamente llamó la atención de los lugareños por sus costumbres extrañas. Por ejemplo, sólo vestía de negro y salía en las noches. Se decía que no era muy sociable pero sí muy educado. Hasta que un día, el ganado y los animales en los alrededores de la hacienda empezaron a amanecer muertos, desangrados, con dos marcas en el cuello, pero sin signos de violencia. También pasó lo mismo después con cuerpos de niños y doncellas. Corrió el rumor de que Don Jorge era un vampiro; los aldeanos, encolerizados, lo confrontaron, apedrearon, y finalmente le mataron clavándole una estaca en el pecho, para luego sepultarlo en el panteón de Belén. Al día siguiente en el sitio de su lápida se encontró un árbol que, se dice, nació de la estaca. El día que este se seque o se caiga, don Jorge despertará para consumar su venganza contra los aldeanos.
3. La Llorona
Fuente de la foto: Wiki Fandom
Uno de los personajes más icónicos y temidos del folklore hispanoamericano. Se desconoce cuál es el verdadero origen; muchos opinan que fue una mujer mestiza (hija de indios y españoles) cuyo marido, un almirante español, la engañó y anunció que planeaba quitarle a sus hijos. Fúrica de dolor, ella los ahogó en la vereda del río y luego se suicidó; su espectro deambulaba las calles de la creciente capital mexicana con su reconocido grito de “¡Ay, mis hijos!”, no pudiendo descansar hasta expiar su culpa por por haber matado a sus propios hijos. Otros opinan que es la misma Malinalli, la mujer que sirvió de intérprete a Hernán Cortés, y sus llantos representan su lamento de que todos la culpen por el terrible destino de los pueblos precolombinos.
4. La piedra maldita, Fuentes Brotantes, CDMX
Fuente de la foto: El Universal
Esta formación rocosa ubicada en la Delegación Tlalpan, sur de la Ciudad de México, es aparentemente capaz de desaparecer en su totalidad entre Nochebuena y Víspera de Año Nuevo; o sea del 24 al 31 de diciembre. Durante esa semana, en su lugar aparece una misteriosa tienda. Quien entre a esa tienda para comprar algo anexa a un mundo de cavernas ocultas, del cual es posible no regresar. Cada vez que pasa esto la piedra reaparece intacta en su sitio. Otra singularidad de la historia es que se dice que la Llorona está dentro de la piedra, y que por la noche sale del arroyo para llegar a un cercano lago a esperar el regreso de su enamorado.
5. La princesa Donají, Tehuantepec, sur de Oaxaca
Fuente de la foto: Sor Quintana Roo
Donají fue la hermosa hija de Cosijopi, último cacique (gobernador) del reino zapoteca de Tehuantepec. En tiempos de guerra entre los pueblo mixteco y zapoteco, Donají fue capturada y finalmente asesinada por decapitación en un paradero desconocido. Al cabo de unos años su cabeza fue transportada a la cima de una pirámide en Monte Albán, donde su espíritu por fin encontró paz.
6. La mulata de Córdoba, Veracruz
Fuente de la foto: El Souvenir
Ella era una mujer mulata (mitad europea y mitad africana) muy hermosa, razón por la cual todas las demás mujeres de su pueblo la envidiaban. Pero algunas de ellas fueron demasiado lejos en su envidia al esparcir rumores de que la mulata poseía poderes sobrenaturales peligrosos. Estos rumores llegaron a oídos del tribunal de la Santa Inquisición, quienes la encarcelaron y la condenaron a la hoguera. Para escapar de su destino, dibujó con gis un barco en la pared de su celda y se subió en él…para no ser vista de nuevo. Si me preguntan, las mujeres que la acusaron pecaban de envidia y ellas eran las que debieron haber sido condenadas.
7. El Chom, Uxmal, Yucatán
Según la mitología maya, los zopilotes, aquellas aves carroñeras de color negro y aspecto grotesco, son así por un castigo divino. Hace mucho fueron aves hermosas con un vistoso plumaje multicolor, hasta que incitaron la ira del rey Uxmal. Aquel importante monarca organizó un banquete en su palacio, pero al llamar a los invitados a la sala de estar la comida quedó desatendida en el comedor. Los pájaros, antes llamados “chom”, aprovecharon ese descuido para acabar con toda la comida. Encolerizado, el rey hizo que los sacerdotes cogieran a las aves y les quemaran su vistoso plumaje, dejándolo negro como el carbón, y realizaron un maleficio; a partir de entonces, estas aves tendrían que avergonzarse de su aspecto.
8. Popocatépetl e Iztaccíhuatl
Fuente de la foto: Inside México
Estos son dos volcanes ubicados uno junto al otro en un anillo montañoso en el centro del Valle de México. Los nombres corresponden a Popocatépetl, un valiente guerrero mexica, e Iztaccíhuatl, hija de un cacique mexica. Los dos estaban enamorados y Popocatépetl le prometió a Iztaccíhuatl volvería de una guerra para reunirse con ella.
Había sin embargo otro guerrero que estaba enamorado de Iztaccíhuatl. Este le contó a la chica que Popocatépetl había muerto en la guerra. Tal fue la tristeza de Iztaccíhuatl que se suicidó, y cuando Popocatépetl llegó se derrumbó e hizo lo mismo. Los dioses se quedaron tan horrorizados que los reencarnaron en estos dos volcanes.
9. Los nahuales
Fuente de la foto: El Souvenir
Los nahuales eran deidades precolombinas que tenían la habilidad de cambiar de forma, adoptando un cuerpo animal. Durante la época colonial, los chamanes y los brujos adoptaron esta necesidad y la utilizaron para beneficio de la sociedad. Durante esa época, que se te apareciera un nahual era algo muy provechoso; podías pedirle favores o que bendijera a tus seres queridos, y normalmente actúan durante la noche.
10. Panteón Jardines del Recuerdo, Morelos
El padre Anselmo era de origen europeo, pero era muy querido en la comunidad, ya que durante 10 años se dedicó a realizar servicio comunitario y a evangelizar a la población. Murió de causas naturales a los 84 años; su funeral fue concurrido por gente de todos los sitios, todos con una tristeza profunda en su corazón. Los encargados del cementerio no daban crédito de la cantidad de veneración que la muchedumbre sentía hacia el padre Anselmo, y días después del sepelio, dieron aviso de actividad extraña en la lápida del sacerdote. Un día Vicente, uno de los celadores, decidió extender su turno hacia las altas horas de la noche. Para su sorpresa, vio sombras acercándose a la tumba. El padre Anselmo era un hombre tan bondadoso que aún en ultratumba se encontraba al servicio de las almas vecinas con quienes compartían descanso, quienes acudían a él para confesarse.
Wow! Que interesante. Sabía muy pocas de estas historias. Gracias por compartirlas.