La música es una compañera inseparable en nuestras vidas. Nos acompaña desde el primer momento, inclusive desde que estamos en la panza de mamá (a mí me pasó así, jeje.) Por lo tanto, uno ha de suponer que la vida sin música no sería la misma. Y la ciencia ha probado que así es. Un estudio detallado ha descubierto 10 beneficios científicamente probados de escuchar música. ¿Me acompañan a descubrirlos?
Efecto #1: Alivia el dolor.
Está científicamente comprobado que la música actúa como un analgésico en gran variedad de enfermades y condiciones, entre ellas la artrosis y la depresión. Es frecuente usar música en los hospitales como un complemento a la anestesia, además de que sirve como distractor de la sensación inmediata física de dolor, y ayuda a liberar endorfinas para contrastarla.
Efecto #2: Estimula el cerebro
Cuando escuchas música, se activa el hemisferio derecho del cerebro lo que incrementa a su vez las capacidades de concentración, recepción, y memoria. Y también se activa el hemisferio izquierdo que se encarga de la creatividad y la resolución de problemas. Así es, escuchar música científicamente te vuelve más creativo. Sobre todo, si es Pink Floyd, Nightwish, y Premiata Forneria Marconi…así que si quieren estar más estimulados mentalmente, escuchen todos estos grupos.
Efecto #3: Ayuda a practicar deporte
Escuchar música motivacional (especialmente la banda sonora de Rocky) mientras realizas ejercicio, algún deporte, o cualquier tipo de actividad física ayuda a mejorar tu desempeño en dicha actividad. Además, también ayuda a consumir oxígeno más eficientemente. Mientras escuchamos música sucede que nuestra atención se desvía, por lo que la sensación de cansancio, fatiga, o aburrimiento disminuye.
Efecto #4: Reduce la presión arterial
30 minutos al día de música reduce nuestra presión arterial y mejora nuestra circulación sanguínea, por ende mejorando nuestra salud cardiaca.
Efecto #5: Potencia el descanso
Escuchar música calmante es como escuchar sonido blanco, te ayudará a potenciar un sueño reparador debido a sus cualidades antiestrés.
Efecto #6: Mejora la coordinación
Una dosis musical ayuda a reducir la tensión muscular y mejorar la coordinación y los movimientos del cuerpo. Por algo es buena para la gimnasia y la actividad física.
Efecto #7: Combate el dolor de cabeza
Algunas canciones o géneros musicales ayudan a aumentar la presencia de varios neurotransmisores, como por ejemplo la dopamina, que sirve para reducir los efectos y la intensidad del dolor en la cefalea.
Efecto #8: Fortalece el sistema inmunitario
La música tiene el poder de generar una experiencia emocional positiva y profunda, cosa que a la vez lleva a la producción de hormonas de estimulación inmunológica. Esto reduce los niveles de cortisol (el sistema de alarma del cerebro) y por ende también el riesgo de contraer enfermedades.
Efecto #9: Acelera la recuperación después de un accidente cardiovascular
Dosis musicales diarias son la mejor medicina para acelerar la recuperación de hemorragias o parálisis debilitantes. Además, al escuchar música durante un día entero, la memoria verbal y la capacidad de atención mejoran significativamente.
Efecto #10: Favorece la disciplina
Aprender a tocar un instrumento musical o a cantar significa dedicar gran parte del tiempo a practicar y perfeccionar, a ser constantes y a perseverar.
Y como no, ¡la música doma fieras, sana heridas, y mueve océanos!
¡Así que viva la música!
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