La música es prácticamente parte de nuestra vida desde que nacemos. Y, como hemos visto anteriormente en esta sección, la música tiene un montón de beneficios psicológicos y mentales. ¿Por qué no, entonces, hacerla parte de nuestra educación y formación?
Esta entrada de blog contiene 11 razones que muestran el por qué la música debería ser parte de nuestra formación.
1: Mejora el entendimiento en matemáticas. El proceso que realiza el cerebro para la comprensión de las notas musicales es similar al que realiza para la comprensión de las operaciones aritméticas básicas. Entonces, aunque mucha gente no lo crea, ambas disciplinas (matemáticas y música) van de la mano y se desarrollan con la misma parte del cerebro.
2: Mejora las habilidades de afinación auditiva. Los músicos pueden ser mejores detectando elementos significativos e informativos en los sonidos como el llanto de un bebé. Entonces, los estudiantes de música o los niños que en primaria/secundaria estudian música tienen una mejor atención auditiva y seleccionar patrones predecibles en el ruido ambiental.
3: Construye la imaginación y la curiosidad intelectual. Ser expuesto de lleno a la música desde la niñez temprana puede ayudar a adoptar una actitud positiva ante la vida y aprender a ser curioso y cuestionar la realidad a tú alrededor. La educación en la música o en cualquier disciplina artística o cultural desarrolla todas las áreas del cerebro y la imaginación en los niños.
4: La música puede ser relajante. La música puede ayudar a los estudiantes a manejar el estrés y la ansiedad. Esto funciona sobre todo con la música suave para ayudar a los niños y adolescentes a relajarse.
5: Tocar un instrumento musical mejora la disciplina. Lo sé como guitarrista aficionado. Los niños que decidan aprender a tocar algún instrumento musical, el que sea, aprenden mucho sobre disciplina y compromiso. Como todo en esta vida, aprender a dominar un instrumento musical cuesta, y los estudios han comprobado que los niños que se dispongan a esta labor aprenden a organizar mejor su tiempo y a aprender con esfuerzo y paciencia esa meta personal que se propusieron.
6: Desarrolla el pensamiento creativo. Los niños que estudien música o cualquiera de las bellas artes, como es de esperarse, son seres más creativos. Esta clase de educación y conocimientos los puede ayudar a resolver problemas de manera original y dándose cuenta de que puede que haya más de una respuesta correcta.
7: Puede ayudar a desarrollar la inteligencia espacial. La inteligencia espacial tiene que ver con la capacidad de procesar información en tres dimensiones, así como con tareas como estacionar un vehículo, orientarse en un edificio, o construir una maqueta. Los niños que estudian música, por lo tanto, están mejor preparados para la matemática a nivel avanzado, y para carreras como ingeniería, por ejemplo.
8: Aprenden sobre el trabajo en equipo. Nosotros solemos asociar la música más con grupos, bandas, orquestas o ensambles, que con actos solistas. Al juntarse para tocar juntos, los niños desarrollan un sentido de comunidad y compañerismo y se dan cuenta de que todo resulta más efectivo, más recompensante, y más divertido, cuando se hace en equipo.
9: Ayuda a forjar la autoidentidad. Está comprobado que la música está ahí para ti en los buenos momentos y en los malos… y además te ayuda a definirte a nivel personal. Hay en este blog, como parte de esta sección, un artículo interesante sobre los diferentes géneros musicales y su relación a diferentes personalidades (pueden leer esa entrada finalizada esta); de manera que el tipo de música que elijas estudiar y el instrumento que quieras aprender a tocar, dice mucho sobre ti. La música es una de las herramientas claves que tú utilizas para identificarte con otros o diferenciarte de ellos.
10: Fomenta la toma de riesgos responsable. Cualquiera que se esté iniciando en el mundo de la música siente temor y ansiedad natural a la hora de tocar su primera pieza, sentimientos que son reemplazados por seguridad y diversión conforme te vayas acostumbrando. Por lo tanto, la formación musical enseña a los niños a tomar riesgos responsables y lidiar con sus inseguridades, preparándolos para el futuro, el éxito, y el desarrollo máximo de su potencial.
11: Mejora la autoconfianza. En el que sea quizás el punto más importante, la música es clave para la autoconfianza. En el ambiente correcto, con la organización correcta, y el apoyo necesario por parte de padres, maestros, tutores, y compañeros, los estudiantes pueden desarrollar orgullo y autoestima. También les ayuda a mejorar sus habilidades de comunicación interpersonal y ser más seguros socialmente.
Tras todo lo que acabo de mencionar, creo que ya se dejó en claro la necesidad de que más escuelas incluyeran un buen programa de música y artes. Me gustaría saber qué opinan ustedes de estos 11 puntos. Sus comentarios ayudan.
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