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Foto del escritorSEBASTIAN DIAZ

Ildefonso El Grande: Narrativa ficticia


(Ignacio Vásquez, Nachito para los amigos, es un estudiante de primero de secundaria, relata las experiencias de su vida).


Ignacio (V.O.): 7 de octubre. Querido diario,

¡vaya que estos días estuvieron llenos de sorpresas y aventuras! Me desperté un día, antes de ir a la escuela, como siempre me serví mi cereal favorito, Letter Maze, que tiene a mi personaje favorito, Ildefonso el Grande, Mago de las Letras. Tras regresar de la escuela, mi mamá me llamó a la sala.


Sra. Vásquez: ¡Nachito!

Ignacio: ¡Voy, mamá! (Entra a la sala). ¿Qué pasa?

Sr. Vásquez: ¡Tu héroe en la televisión!

Ignacio: ¿¡Qué?!

Sra. Vásquez: Si. Shh, mira, ya va a empezar.


Ignacio (V.O.): En cuanto me senté a la televisión, el comercial que salió me impactó de inmediato.


Presentador: ¿Es usted un fan del cereal Letter Maze, y de Ildefonso el Mago de las Letras? ¡Entonces no se puede perder esta oportunidad! Mandando un ensayo de 500 palabras sobre porque le gusta el cereal Letter Maze, ¡puede ganar la oportunidad de conocer a Ildefonso el Grande! ¡Escriba su ensayo y mándelo a este correo! ¡Última oportunidad de inscribirse!


Ignacio (V.O.): ¡Te lo juro, diario, mis ojos se iluminaron! Inmediatamente me inscribí en línea a ese concurso y en menos de dos horas terminé mi ensayo. Al día siguiente, ¡dijeron que mi ensayo fue el mejor! ¡Iba a conocer a mi héroe! Abracé a mis papás y, para prepararme mejor para la ocasión, me puse mi disfraz.


Casi no pude dormir sabiendo que al día siguiente, me citarían al foro televisivo (en el cual se graban los comerciales del producto) para reunirme con Ildefonso ahí. Sabiendo, sin embargo, que tenía escuela y que debía estar descansado, finalmente caí dormido. Al día siguiente, al terminar el tiempo escolar, me preparé para que mis papás me llevaran al lugar. Pero siendo el niño estudioso que era, y como aun me quedaba algo de tiempo, en lugar de ir derechito a casa me fui a la biblioteca a leer un libro. Y mientras lo leía, de pronto escuché que otros libros se movían. Curioseado, me levanté de mi lugar, y de pronto aparecieron unas chispas rosas de magia. ¡Supe reconocerlas! ¡Ildefonso el Grande! Este apareció detrás de una estantería y me saludó. Quedé congelado.


Ildefonso: Hola, Nachito.

Ignacio: No…puede…ser. De…verdad…eres…tú.

Ildefonso: Así es, Nachito. Soy yo.

Ignacio: ¿Pero, eres un mago de verdad?

Ildefonso (riendo): ¿Qué creías, que era una simple mascota? Soy tan real como tú, y soy mucho más viejo. Acabo de cumplir 790 años.

Ignacio: ¿790?

Ildefonso: Yo soy la persona responsable de usar mis poderes mágicos para hacer que el alfabetismo y la literatura traspasen fronteras.

Ignacio: ¿Me enseñas por favor?


(A partir de aquí vemos un montaje con la canción “Abracadabra” de Steve Miller Band, en la cual Ildefonso le enseña a Ignacio no solo como manipular las palabras, sino además otras habilidades mágicas como la levitación y la transfiguración. Conforme progresan, Ignacio se va haciendo cada vez más y más bueno, e Ildefonso entonces le tiene preparada una sorpresa).


Ildefonso: Muy bien, Ignacio, has progresado mucho. Pero ahora tú y yo tenemos una misión importante, y tras completarla con éxito, habrás terminado con éxito tu transición a un gran Mago de las Palabras.

(El mago los lleva a ambos a una especie de gruta de donde cuelgan varios frascos con pergaminos).


Ildefonso: En esta gruta, los pergaminos representan frases incompletas. Así que tu tarea es, encontrar una frase sin completar, y luego el pergamino que complete la frase. Tienes 5 minutos.

(Con un chasquido de dedos, el mago desaparece y el chico se pone a buscar. Tras un par de minutos, encuentra un pergamino que tiene una frase de Cervantes. ‘La pluma es la..’ Necesita encontrar el pergamino que completa la frase y finalmente lo encuentra. ‘La pluma es la lengua del alma’.)


Ignacio (V.O.): En el momento en el que del pergamino emanó un rayo de magia que me envolvió, jamás me sentí con tanta vida. Nachito, el Mago de las Letras, ¡había nacido!

Ildefonso: Felicidades, Ignacio. Has completado tu transición a Mago de Palabras. Pero recuerda, un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Y en este caso, esa responsabilidad es usar las palabras de forma responsable. Usarlas para el bien, nunca para el mal, y para ayudar a otras personas, nunca para herirlas. Aquí es donde tú y yo nos separamos, pero si tienes alguna duda (le entrega una caja del cereal Letter Maze), solo debes tocar este ícono y así nos comunicaremos (chasquea los dedos y desaparece).


(Unos meses después, Ignacio está usando sus poderes para formar oraciones en su pared, cuando de pronto, ve como una figura las arrebata. Sabiendo que esto no puede ser bueno, va a donde la caja de cereal y presiona la parte de atrás. Ildefonso le responde).


Ildefonso: Hola, Ignacio.

Ignacio: Hay un problema. Una figura robó las oraciones que estaba creando.

Ildefonso: Debí saberlo. Los Bandidos de Palabras.

Ignacio: ¿Bandidos de Palabras?

Ildefonso: Son muy peligrosos, roban las palabras y las retuercen para que digan lo contrario que quieren decir. Esperan así que solo queden malas palabras y usar eso a su favor para conquistar el mundo. Ignacio, se que ya eres un gran mago, pero esta es una misión muy peligrosa como para enfrentarla solo.

Ignacio: ¿Me vas a ayudar?

Ildefonso: Yo…y unos cuantos amigos.


(El mago da una palmada para aparecer en la sala. Luego palmea dos veces más para dormir a los padres de Ignacio. Después de él, en forma de bolas de energía, varias figuras más empiezan a aparecer. Ignacio se queda boquiabierto al reconocerlas).


Ignacio: ¿Shakespeare? ¿Thomas Jefferson? ¿García Lorca?

Ildefonso: ¿Quién crees tú que les dio ideas para lo que escribieron? (Aparece un hipogrifo y todos se suben). Ahora vamos, no hay tiempo que perder.


(El hipogrifo vuela a través del cielo nocturno hasta que llegan al palacio de los Bandidos de Palabras, quienes se dan un festín mientras manipulan las palabras. No hablan, pero su trabajo manipula lo que otros hablan y dicen.)


(Cuando están terminando su trabajo, el hipogrifo, que carga a nuestros héroes, entra por la puerta. La fuerza del batir de las alas de la criatura extingue las antorchas, sumiendo al lugar en la completa oscuridad).


Ildefonso: Regresen esas palabras.

Ignacio: ¡No se saldrán con la suya! ¡Ahora yo también soy mago!

(Uno de los Bandidos se traga una oración…y luego la escupe, completamente corrompida.)

Shakespeare: ¡Basura! (Con su pluma empieza a reescribirlas).

Thomas Jefferson: Todos son iguales…pero estos Bandidos son de lo peor.

Ildefonso: ¡Acaben con ellos!

(Empiezan a pelear. Tras varios minutos, nadie se ve agotado. Es más, Ignacio se ve estimulado. La escena cambia y vemos a los padres de Ignacio dormidos en el sillón de la sala, pero, de alguna forma, los eventos de la pelea se están reproduciendo ¡en su mente! Ildefonso si que es poderosísimo, ¿verdad?)

Sr. Vásquez: ¿Ese es…Nachito?

Sra. Vásquez: ¡Ay, por Dios, hijo, corre!

Ignacio: Ningún hombre huye de su propia lucha.

Thomas Jefferson: Bien dicho.

Virginia Woolf: ¡Ya casi los acabamos!

(Ildefonso se comunica telepáticamente con Ignacio).

Ildefonso: Usa la Banda de Energía Wordplus.

(Ignacio asiente. Cerrando sus ojos y centrándose, da una fuerte palmada que libera de sus muñecas una banda de energía dorada que desintegra a los Bandidos y recupera el significado original de las oraciones que cambiaron. ¡Los hombres de letras han ganado la batalla! Todos se abrazan.)


Ildefonso: Ignacio Vásquez, nada de esto habría sido posible sin ti. Has demostrado ser un gran guerrero, y un gran mago. (Le pasa su báculo). Y mi legítimo sucesor.

(Todos celebran nuevamente. Ignacio abraza al viejo mago y este le abraza también, antes de desaparecer con un chasquido. Usando su magia, Ignacio devuelve todas las oraciones y palabras restauradas a los libros y fuentes de donde vinieron, manteniendo el saber intacto. En su diario, concluye la narración.)


Ignacio: Así que, ahora, yo soy el verdadero Mago de Palabras, e Ildefonso sigue siendo la mascota del cereal y mi gran amigo. Nos comunicamos telepáticamente. ¿Qué aventuras me tiene preparadas el futuro? No sé, pero estoy más que listo.


(Los padres de Ignacio entran algo asustados).

Sra. Vásquez: ¡Ignacio, estás bien! ¡Gracias a Dios estás bien!

Sr. Vásquez: ¿¡Qué diablos pasó?! ¿Quiénes eran esas figuras de negro? ¿¡Y por qué estaba ahí Shakespeare?!


(Ignacio sonríe a la cámara, sabe que Ildefonso ideó ese hechizo. Con una palmada, duerme a sus padres y los coloca cuidadosamente en su cama.)

FIN

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